7/6/17

Carta #5

Y ahora que ya es demasiado tarde, me doy cuenta, y me resulta tan extraño, como te molestaba que en mi vida no hubiera más proyectos que tu mano tomando la mía. 
Tanto cielo en el camino no alcanzó para jugar más tiempo contigo, en tu burbuja, porque el juego consistía en disimular una vida perfecta en la que siempre sonreíamos y yo... nunca fui bueno para eso. 

Quizás debí hacer muchas cosas de otra manera. 

Pero yo, que siempre me olvido de las cosas, aprendí, que me dolía más perder un lápiz de color o un esfero, y que era una mala noticia que los colores hicieran ruido dentro de mi mochila, y que cuando pasaba eso, mi único objetivo era encontrar el que faltaba, y después ordenar mi cuarto y mi mundo para escribir en las paredes, hasta que por fin aprendiera a expresar todo lo que es importante en esta vida en la que a veces hace frío y llueve. 

Y tú, que ni te imaginas todo el ruido que hace mi mochila desde que le falta tu color, quizás estás escribiendo tu nombre en los márgenes de la página de otra historia. 

Y yo, aquí, sin poder cambiar la página que tiene tu nombre por todo lado...